Apenas una semana después de que Rusia plantara su bandera sobre el lecho marino del polo Norte, Canadá decidió ayer responder a lo que consideró una provocación, y pasar de las palabras a los hechos. El primer ministro, Stephen Harper, anunció la construcción de dos instalaciones militares para reforzar su presencia en el Artico, una región sobre la que Moscú le disputa la soberanía.

El proyecto contempla la construcción de un puerto de aguas profundas en el pueblo minero de Nanisivik, situado en la isla de Baffin --en realidad se trata de la remodelación de un camino de tierra y un viejo muelle ya existente-- y la edificación de una base de entrenamiento militar en la bahía Resolute, en el llamado Northwest Passage o estrecho de Anián. Harper anunció también la expansión de los Rangers, un cuerpo paramilitar formado por los inuit (antes llamados esquimales).

LA SOBERANIA "El Gobierno canadiense entiende que el principio básico de la soberanía del Artico es usarlo o perderlo", afirmó Harper. Según el primer ministro, las nuevas instalaciones "fortalecerán significativamente la soberanía de Canadá".