Mientras miles de personas desfilaban por la capilla ardiente de Hugo Chávez, instalada en el salón Simón Bolívar de la Academia Militar de Venezuela, el vicepresidente Nicolás Maduro anunció anoche por sorpresa que el cadáver del dirigente bolivariano será embalsamado como los de "Mao, Lenin y Ho Chi Minn". Maduro confirmó que el viernes se celebrará el funeral de Estado y que durante siete días más el cadáver seguirá expuesto al público.

Luego será embalsamado y expuesto en el Museo Histórico Militar, que es donde se acuarteló Chávez durante el golpe que dirigió el 4 de febrero de 1992. Esta ubicación será provisional ya que el Gobierno busca la manera de reformar la Constitución para permitir que el cuerpo embalsamado acabe en el Panteón Nacional, junto a los restos de Simón Bolívar.

A la espera de ese proceso y del funeral de Estado de hoy, en el que se espera a más de 20 dirigentes de todo el mundo, miles de venezolanos dan su último adiós al líder bolivariano. Los unos se persignan, otros se dan golpes en el pecho, algunos lanzan besos, otros hacen un saludo marcial, muchos simplemente lloran. Decenas de miles de venezolanos han hecho largas colas, que superaban los tres kilómetros, en la capilla ardiente. Las colas empezaron a formarse en la noche del martes, poco después de que el féretro llegara al lugar tras ser trasladado en un cortejo fúnebre que tardó ocho horas en hacer un recorrido de poco más de seis kilómetros.

HORAS DE ESPERA / Cargando flores y pancartas, muchos con camisetas y gorras rojas que identifican al chavismo, los seguidores del mandatario permanecieron horas a la espera de disponer del segundo que se les permitía estar junto al féretro para ver a Chávez a través del cristal.

INDUMENTARIA CON HISTORIA / Chávez lucía un traje verde oliva, una corbata negra y la boina roja de paracaidista con la que se dio a conocer la madrugada del 4 de febrero de 1992, cuando intentó un fallido golpe de Estado en contra del presidente Carlos Andrés Pérez. Las largas colas requerían hacer gala de un cierto estoicismo por la inexistencia de baños públicos, puntos de hidratación o venta de bebidas y alimentos, lo que generó focos de protesta.

Ernesto Villegas, ministro de Comunicación e Información, estimó que dos millones de ciudadanos se movilizaron para despedir al gobernante fallecido y advirtió que sería imposible que todos puedan verle. Para paliar este problema, el Gobierno alargó siete días la capilla ardiente. El ministro de Exteriores, Elías Jaua, pidió disculpas en nombre del Gobierno por los problemas en la organización del velatorio. "En muchas oportunidades nos sentamos a pensar en momentos así, pero parábamos porque pensábamos que quitaba energía al presidente. Pedimos comprensión. Nos negamos a planificar la muerte, sobre la marcha tomamos las medidas, estamos reforzando los puntos de hidratación, comida y los baños para que se acelere el paso", dijo.

54 GOBIERNOS / Jaua informó de que los jefes de Estado de 22 países viajarán a Venezuela para participar en las exequias y que, hasta ayer, 54 gobiernos habían confirmado el envío de delegaciones de alto nivel. El príncipe Felipe encabezará la delegación española. El ministro agregó que se habían recibido 42 notas de condolencia de gobiernos extranjeros y que 16 de ellos habían decretado duelo en sus países.

El Consejo Nacional Electoral no ha tomado de momento ninguna decisión sobre la convocatoria de las nuevas elecciones presidenciales, que deben celebrarse en el plazo de 30 días. Al parecer, el organismo está a la espera de recibir una notificación oficial sobre la "falta absoluta" del presidente por parte de la Asamblea Nacional.

La Mesa de la Unidad Democrática, que agrupa a los partidos de oposición, se reunió el martes para exigir que se cumpla la Constitución y sea el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, quien asuma la presidencia del país, y no el vicepresidente Maduro.