Atemorizados por los guerrilleros islámicos y protegidos, por 10.000 policías rusos, los chechenos hicieron cola ayer para decidir el estatuto de esta república caucásica dentro de la Federación Rusa y legitimar la convocatoria de elecciones presidenciales. Pese a las numerosas amenazas de torpedear el referendo formuladas por los combatientes fieles al presidente en exilio, Aslan Masjadov, no reconocido por el Kremlin, más del 80% del censo electoral (540.545 electores) acudió a votar a los 418 colegios electorales y puntos de votación para refugiados instalados en las vecinas repúblicas de Ingushetia y Daguestán.

"La participación superó nuestras estimaciones más optimistas", dijo el jefe de la administración provisional chechena, Ajmad Kadirov. "Incluso en la época soviética, cuando la participación en todo tipo de elecciones era casi obligatoria, los chechenos no habían demostrado tanto interés por votar como ayer", añadió Kadirov. Los apoderados de varios colegios electorales tuvieron que hacer listas complementaria para atender a chechenos procedentes de Ingushetia y Osetia del Norte que viajaron para votar en los barrios donde vivían antes de refugiarse en esas repúblicas vecinas.

RESULTADOS, EL MIERCOLES

Los resultados oficiales del plebiscito se sabrán el próximo miércoles. Sin embargo, Kadirov dio por hecha la aprobación tanto del proyecto de la Constitución, que consagra al territorio como una república autónoma dentro de Rusia, como de la nueva ley electoral que abre camino a las elecciones presidenciales y parlamentarias previstas para diciembre del 2003. Si los chechenos dicen "sí" a ambos documentos, Kadirov obtendrá el estatuto de presidente en funciones hasta las elecciones.

Según el presidente de la Comisión Electoral, Alexander Veshniakov, la votación transcurrió sin incidentes y en un "ambiente festivo". "No se ha registrado ningún tipo de presión sobre los votantes por parte de las autoridades locales", aseguró Veshniakov. Los 28 observadores internacionales, presentes sólo en una pequeña parte de los colegios electorales, no registraron abusos. Sin embargo, Veshniakov advirtió a las autoridades locales de posibles intentos de falsificar los resultados en el proceso del escrutinio. Veshniakov informó además de que los 36.000 soldados permanentemente acuartelados en Chechenia también votaron, mientras las autoridades locales insistieron en que fueron más de 50.000.

CAMPAÑA DE MOSCU

El Kremlin llevó a cabo una amplia campaña para convencer a los chechenos a participar en el referendo. El presidente ruso, Vladimir Putin, encargó al Gobierno indemnizar la pérdida de vivienda a todos los residentes locales cuyas casas fueron destruidas por las tropas rusas. Sin embargo, muchos en Rusia opinan que la legitimación de las actuales autoridades locales, que será el resultado principal del plebiscito, no mejorará la situación en la región. Según esas autoridades, el 80% de la superficie en la que se alzaban viviendas antes del conflicto ya no podrá ser habitable nunca más. En la capital chechena, Grozni, todavía no hay suministro de agua corriente y sólo un 30% de los habitantes tiene luz.

Un informe de la fiscalía rusa demostró que los funcionarios chechenos robaron en el 2002 más de 4 millones de euros de los fondos destinados por Moscú para la reconstrucción de la república. Rusia comenzó la retirada de sus fuerzas de la república con la idea de dejar sólo a 36.000 soldados de los 54.000.