El presidente francés, Jacques Chirac, recordó ayer que el principio de la separación de poderes y el respeto por la independencia de la justicia es "esencial" para el funcionamiento de las instituciones en una llamada al orden al número dos del Gobierno y titular de Interior, Nicolas Sarkozy. Este suscitó una polémica y las protestas de la judicatura tras decir que un juez que otorgó la libertad condicional a un reincidente que volvió a matar "debe pagar".

Sarkozy hizo estas declaraciones tras el asesinato de una madre a manos de un hombre en libertad condicional y que había sido condenado antes a cadena perpetua por un asesinato similar. El ministro arremetió contra el juez que "se atrevió a liberar a ese monstruo" y consideró la decisión como una "falta", lo que provocó la indignación del Consejo Superior de la Magistratura (CSM). Los magistrados denunciaron la "demagogia" de Sarkozy y reclamaron la intervención del presidente de la República.

Chirac llamó a Sarkozy al orden, pero reclamó la reforma de las leyes sobre la libertad condicional y reincidencia. El primer ministro, Dominique de Villepin, se pronunció en el mismo sentido.