Cuando la cerrada oposición de Francia y Alemania a una inmediata operación bélica parecía alejar el fantasma de la guerra durante unas pocas semanas, un contencioso en el régimen de inspecciones amenazaba ayer con dar a Washington la excusa que necesita para lanzarse a la aventura militar. Una serie de entrevistas a varios científicos iraquís programadas para ayer por parte de los inspectores de desarme tuvo que posponerse debido a que algunos convocados se negaron a hablar sin la presencia de un representante oficial iraquí.

Inmediatamente, la Casa Blanca se apresuró a acusar a Bagdad de estar detrás de la negativa de los científicos. Mientras tanto, el portavoz presidencial, Ari Fleischer, calificó la "actitud" de Irak de "inaceptable".

Fleischer repitió la postura oficial norteamericana de que, por el momento, Bush todavía no ha tomado una decisión en firme acerca del uso de la fuerza militar contra el régimen de Sadam Husein. Paul Wolfovitz, número dos del Ejército de EEUU, acusó al presidente iraquí de haber amenazado de muerte a todos los científicos que en el pasado tuvieron relación con programas de armas de destrucción masiva, para así impedir que se entrevisten con los inspectores de la ONU. Bagdad niega tajantemente este extremo y sostiene que hasta ha invitado públicamente a sus científicos a colaborar lo más estrechamente posible.

MAS INCIDENTES

En Bagdad, un desconocido que portaba tres cuchillos intentó penetrar en los cuarteles generales de la organización y fue reducido por agentes. En otro incidente, un individuo quiso detener el convoy de vehículos de la ONU por la fuerza. Muchos observadores hablan de creciente nerviosismo del régimen ante la proximidad de una intervención militar.

En un último intento de evitar un conflicto armado, el Gobierno de Suiza, que acoge el Foro Económico Mundial de Davos, se ofreció para acoger unas negociaciones entre ambas partes. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, se apresuró a subrayar que, por el momento, Suiza no había hecho oficialmente ningún ofrecimiento.

El dirigente norteamericano restó importancia a las negativas de Alemania y Francia a una operación bélica unilateral en el golfo Pérsico. Según Powell, "una docena de países al menos" estarían del lado de EEUU. No los mencionó, pero se sabe que son Gran Bretaña, Italia, España y países de Europa del Este.

Fuentes del Pentágono han asegurado que Washington podría utilizar bombas nucleares "para contestar o prevenir un ataque químico o biológico".