Afganistán vivió ayer una de las jornadas más sangrientas desde la caída del régimen talibán. Al menos 100 personas murieron en los combates que libraron las fuerzas de seguridad con la guerrilla. La mayoría de víctimas se registraron en la provincia de Helmand, en el sur. En Herat (oeste), donde están desplegadas las tropas españolas, la explosión de un coche bomba mató a un estadounidense y causó heridas a 5 personas.

Los enfrentamientos en Helmand empezaron la tarde del miércoles, cuando cientos de insurgentes asaltaron un edificio gubernamental de la localidad de Musa Qala. Los combates entre los talibanes y la policía se prolongaron varias horas y ayer se extendieron al pueblo de Sar Besha.

SUICIDA En al atentado de Herat participó un suicida, que precipitó un coche bomba contra dos vehículos en el que viajaban varios extranjeros con sus intérpretes. Los heridos fueron trasladados al hospital de campaña que tienen las fuerzas españolas, según informó el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, quien admitió que Afganistán es un país "muy inseguro", pero que España seguirá "asumiendo su responsabilidad en beneficio de un Afganistán en paz y democrático".