La violencia es el paisaje natural de Colombia que la jerga macroeconómica suelen banalizar. Más de 700 líderes sociales y 135 excombatientes de las FARC han sido asesinados desde el 2016, cuando se firmó el acuerdo de paz con la guerrilla. En lo que va de 2019 se ha perpetrado 709 femicidios. Entre enero y septiembre de este año, 17.457 personas han sido asesinadas o han perdido la vida por decisión propia. Pero, de repente, la muerte de Dilan Cruz a los 18 años como consecuencia de la represión policial durante las manifestaciones pacíficas que estallaron en todo el país hace unas semanas ha provocado una enorme conmoción nacional. Se ha convertido en símbolo de la protestas contra un Iván Duque que no sabe cómo encauzar.

Cruz había salido a la calle junto con otros estudiantes. Según la revista Semana, «marchó hacia la plaza Bolívar con la única intención de que el Gobierno parara la oreja y atendiera los requerimientos de un país que no soporta más inequidad». La fatalidad lo estaba esperando en un cruce. Ahí, un integrante del escuadrón móvil antidisturbios (Esmad) le disparó en la cabeza. Cayó sobre el asfalto frente a la estupefacción colectiva. «Hay un herido», comenzó a gritar la gente a su lado. Dilan Gutiérrez trató de auxiliarlo. De inmediato se dio cuenta de que tenía un proyectil incrustado. La ambulancia llegó después de 15 minutos.

El momento en que recibe el balazo quedó registrado en varios vídeos que comenzaron a circular de inmediato en las redes sociales. En un principio se dijo que Cruz había recibido el impacto de una bomba aturdidora. Pero ayer Radio Caracol habló de una escopeta calibre 12 con balas de fogueo.

Velas y flores

Los partes sobre la evolución del joven encabezaron los telediarios. Cuando en el lunes el hospital habló de un «estado crítico irreversible», buena parte de una sociedad acostumbrada a las necrológicas contuvo el aliento. Muchas personas fueron al hospital con velas y flores. «Lamentamos profundamente la muerte del joven Dilan Cruz», escribió el presidente Iván Duque en Twitter. «Dilan no murió, a Dilan lo mataron», gritan los colombianos que asisten a diario a manifestaciones y se preparan para una nueva huelga nacional hoy.