Corea del Norte ha lanzado hoy varios obuses contra la isla surcoreana de Yeonpyeong, situada en el Mar Amarillo, cerca de la frontera norcoreana, según ha informado la cadena de televisión surcoreana YTN, que ha señalado que el ataque ha causado ya dos muertos, al menos 12 heridos y daños en edificios. El Ministerio de Defensa surcoreano ha confirmado que el Ejército ha replicado el ataque. El Gobierno surcoreano ha decretado la alerta máxima y ha convocado un gabinete de crisis. El presidente del país, Lee Myung-bak, ha señalado que intentará evitar que el incidente vaya a más pero el Gobierno surcoreano ha calificado el ataque de "clara provocación militar" y ha advertido de que Seúl lanzará una respuesta más dura si Pyongyang insiste en sus provocaciones.

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Tras el ataque, ambos países han comenzado una escalada verbal. Mientras Seúl califica los hechos de "violación del armisticio", Corea del Norte mantiene que han sido las tropas surcoreanas las que han iniciado las agresiones, al matar a dos soldados, lo que les llevó al ataque de hoy. Así pues, Pyongyang ha amenazado hoy a Seúl con ataques militares "sin piedad" en caso de que las fuerzas surcoreanas traspasen "un milímetro" de las aguas territoriales norcoreanas, según ha informado la agencia oficial norcoreana KCNA.

El ataque se ha producido sobre las 14.30 horas (06.30 de la mañana en España) cuando tropas norcoreanas han realizado unas 50 rondas de fuego artillero que han impactado en aguas surcoreanas y en la isla de Yeonpyeong, donde residen unas 1.700 personas. El Ejército surcoreano ha respondido con 80 rondas de disparos y con el despliegue de cazas de combate, según ha señalado el portavoz del Estado Mayor del Ejército surcoreano. Inmediatamente después, el Estado Mayor surcoreano ha enviado un mensaje telefónico a Corea del Norte a través de una línea especial para pedir que cesaran los disparos, que no se han vuelto a repetir por el momento.

La cadena YTN ha informado que el ataque ha causado la muerte de dos soldados surcoreanos y heridas a otros 12 militares. También hay heridos entre los civiles y entre 60 y 70 edificios están en llamas. Además, según varios testigos ha quedado afectado el suministro eléctrico en la isla. La población ha sido evacuada a búnkeres.

Llamada a la prudencia

El presidente surcoreano ha pedido contención para evitar una escalada bélica. "Debemos manejar con cuidado la situación para prevenir la escalada de un choque", ha señalado Lee, citado por un portavoz de la Oficina Presidencial surcoreana poco después de que Corea del Norte lanzara su ronda de disparos. Las declaraciones fueron realizadas antes de la reunión de emergencia de Lee con varios ministros en el búnker de la oficina presidencial. En la reunión de seguridad se espera que se discutan medidas para responder al ataque.

"La gente está muy asustada"

"Las casas y las montañas están ardiendo y la gente está siendo evacuada. No se puede ver muy bien por las columnas de humo", ha explicado un vecino de la isla a la cadena YTN. "La gente está muy asustada", ha relatado este testigo.

Los disparos norcoreanos coinciden con maniobras rutinarias de las Fuerzas Armadas surcoreanas en aguas cercanas a esa isla y con el aumento de las críticas hacia Pyongyang ante la posibilidad de que haya ampliado su programa nuclear con el enriquecimiento de uranio. Además, el incidente se produce justo cuando el enviado de EEUU para Corea del Norte ha salido de Tokio hacia Pekín. El emisario tiene previsto reunirse hoy con las autoridades de China para estudiar la política nuclear del régimen de Pyongyang después de que se haya descubierto que Corea del Norte tiene una planta de enriquecimiento de uranio.

En los últimos meses la tensión entre las dos Coreas ha ido en aumento y alcanzó su punto culminante el pasado marzo cuando, supuestamente, un torpedo norcoreano hundió una fragata surcoreana y causó la muerte de sus 46 tripulantes.