LOS HECHOS

En julio de 1995, cerca ya del fin de la guerra, miles de musulmanes buscaban refugio en Srebrenica, ciudad declarada segura por la ONU. Su única protección era una fuerza de 600 cascos azules holandeses, escasos de armamento y provisiones, que acabaron huyendo y abandonando a los refugiados a manos de las fuerzas serbobosnias a cambio de recuperar a 14 prisioneros. Tras separar a las mujeres de los hombres, la matanza se inició el 13 de julio. En cinco días fueron asesinados de forma sistemática hasta 8.000 hombres y adolescentes.

LOS CULPABLES

Ninguno de los principales responsables de la masacre ha pagado por ella. Radovan Karadzic, el entonces presidente serbobosnio, y su jefe militar, el general Ratko Mladic, que dirigió en persona la ofensiva sobre Srebrenica, siguen huidos. El entonces presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, sí fue detenido en el 2001, pero murió el año pasado sin que el TPIY le condenara por los 66 cargos de genocidio.