Estados Unidos elegirá a su presidente el próximo 3 de noviembre y como cada año, los estados bisagra o 'swing states' serán decisivos para el resultado final de la elección, dado que el color de cada estado implicará la cantidad de votos que cada uno de ellos emite a través del Colegio Electoral a uno de los dos candidatos.

El sistema electoral del país norteamericano es una elección indirecta, en la que los votantes eligen a los compromisarios que a su vez son los encargados de escoger al nuevo presidente y vicepresidente a través del Colegio Electoral, es decir, que los votantes no eligen directamente al candidato. Por este motivo, en Estados Unidos se dan situaciones como la que llevó en los últimos comicios a Trump a la presidencia a pesar de haber conseguido cerca de dos millones de votos menos que su adversaria política, Hillary Clinton.

EL VALOR DE LOS ESTADOS BISAGRA

En este sentido, el color de los estados se vuelve crucial para la elección. Cada estado entrega la totalidad de sus votos a un solo candidato, por lo que conseguir estados como Florida, que cuenta con 55 votos, se torna crucial para los partidos. Los estados, por tanto, tienen mayor o menor influencia en la determinación del resultado de la elección en función de la cantidad de votos y lo clara que tengan la orientación política. Así, se entiende que estados como Massachusetts y Vermont votan de forma casi inamovible al candidato demócrata, mientras que otros, como Wyoming y Alabama, al republicano, pero sin embargo, los estados que fluctúan entre un partido y otro y la diferencia entre candidatos apenas supera el par de puntos porcentuales son los que en última instancia deciden quién gana la elección. "Los estados bisagra suelen ser siempre los mismos porque las lealtades políticas en Estados Unidos acostumbran a estar bien definidas", asegura el catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona Cesáreo Rodríguez-Aguilera a EL PERIÓDICO.

Según los antecedentes electorales y las últimas encuestas, Trump es claro favorito en 23 estados, que suman 187 electores y en cambio, Biden se espera que gane con cierta comodidad en 20 estados y en Washington DC, sumando 232 electores. "Las estadísticas dan la victoria a Biden en la mayoría de estados y le favorecen bastante en los estados bisagra, aqunue estos datos suelen ser muy volátiles hasta el último momento, prueba de ello es lo ocurrido el año pasado con Clinton", explica Rodríguez-Aguilera. Los otros siete estados en los que no se perfila claramente el ganador se disputarán otros 119 votos en el Colegio que son con casi total seguridad los que van a definir al próximo presidente. "A pesar de que a día de hoy las encuestas den un ganador, en el caso de la política estadounidense es probable que haya cambios sin ir más lejos por temas como el contagio de covid de Trump, la situación económica del momento e incluso comentarios que puedan hacer los candidatos en relación a algunos estados que decanten la balanza por uno u otro", asegura Rodríguez-Aguilera.

CAROLINA DEL NORTE

Carolina del Norte es uno de los estados más cruciales en la carrera hacia la Casa Blanca. Con sus 15 electores, este estado dio junto a los demás la victoria a Barack Obama en el 2008 pero posteriormente ha sido un lugar predominantemente republicano. A pesar de ello, La pérdida de influencia de la industria en el territorio y la creciente población militar han dado un pequeño vuelco a los apoyos. Por ahora, las encuestas vaticinan una victoria demócrata por un 48% de los votos frente al 46% que se espera que consigan los republicanos.

FLORIDA

Con sus 55 electores, Florida es considerada por los estadounidenses como la joya de la corona electoral. La cantidad de votos que salen de este estado suele decantar la balanza hacia uno de los candidatos para llegar a conseguir los 270 apoyos necesarios para la victoria. A pesar de que las encuestas dan una victoria de un 2% de los votos para Biden, el constante cambio de color del estado deja muchas incógnitas sin resolver. Si bien otros estados han cambiado notablemente durante las últimas elecciones, los cambios en diferentes partes de Florida siempre parecen equilibrarse, y ningún candidato supera por más de un puñado de puntos al otro.

ARIZONA

Los 11 electores del estado de Arizona son todavía una de las grandes incógnitas en la carrera presidencial. En este estado confluyen varias marcadas corrientes de voto. Por un lado, los votantes con títulos universitarios que se decantan hacia los demócratas mientras que los votantes sin títulos prefieren a los republicanos, asimismo, en el estado hay una cada vez más poderosa población latina que comienza a reclamar su fuerza política. Actualmente, en Arizona las encuestas dan la victoria a Biden por tan solo un 2% más de votos con un estimado del 48%.

OHIO

Según las últimas encuestas, en este estado de 18 electores Trump tendría un 48% de los votos frente al 47% que se prevé que consiga Biden. En las últimas elecciones Ohio dio la victoria al candidato republicano, pero en los dos anteriores comicios terminó venciendo el candidato demócrata. Asimismo, la consecución de la victoria en este estado suele ir de la mano de los estados colindantes de Michigan y Pennsylvania.

GEORGIA

En este estado, las encuestas dan un claro empate entre candidatos en cuanto a intención de voto. Al parecer ambos candidatos esperan obtener el 47% de los votos. A pesar de que en las tres últimas citas electorales el estado ha terminado sumando sus 16 electores al recuento republicano, en los dos últimos encuentros las encuestas vaticinaban un cambio de poderes y una victoria demócrata que todavía no ha llegado.