La polémica del velo sigue dividiendo al Gobierno británico y a los líderes islámicos del Reino Unido. El viceprimer ministro, John Prescott, reivindicó ayer el derecho de las mujeres musulmanas a taparse el rostro. Prescott no comparte lo dicho el viernes por el líder de la Cámara de los Comunes y antiguo titular de exteriores, Jack Straw, pidiendo la retirada del velo, que dificulta la comunicación y fomenta la separación. "Si una mujer quiere llevar el velo, ¿por qué no debería hacerlo? Es su elección", señaló.

A la controversia sobre el velo islámico se sumó ayer la Iglesia anglicana, que acusa al Gobierno laborista de Tony Blair de favorecer deliberadamente a los musulmanes. En un documento confidencial, se afirma que los anglicanos han sido "dejados de lado", mientras se daba un trato "preferencial" a los británicos musulmanes.