Más de seis toneladas de colmillos de elefantes y de objetos de marfil incautadas en Estados Unidos fueron destruidas hoy en una reserva natural al norte de Denver (Colorado), en repudio a la matanza de estos animales y como una manera de combatir este tráfico ilegal.

La pulverización del marfil, incluidos objetos de alto valor estético, "envía un claro mensaje a los contrabandistas y cazadores ilegales que Estados Unidos actuará con dureza en oposición al contrabando de animales", aseveró Gavin Shire, portavoz de la Agencia de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS).

Según Shire, el aumento en el precio del marfil (hasta 1.300 dólares por casi medio kilogramo) "ha provocado un astronómico aumento en el nivel de la matanza ilegal de elefantes (en África), resultando en una amenaza sin precedentes para la supervivencia de esa especie".

Se estima que el llamado "marfil sangriento" genera 10 mil millones de dólares en el mercado ilegal a nivel mundial y causa la muerte de decenas de miles de elefantes cada año.

Según la Convención de Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción (CITES), en 2012 unos 25.000 elefantes resultaron muertos en actividades ilegales y ese número sería más alto este año.

A nivel global, la población de elefantes se redujo de unos 600.000 en 1989 a unos 472.000 en la actualidad, de acuerdo con CITES.