Un posible nuevo caso de fiebre aftosa se ha detectado en una granja de Kent, al sureste de Londres, informó hoy la veterinaria asesora del Gobierno británico, Debby Reynolds.

Las autoridades han establecido una zona de control temporal alrededor del área donde se han registrado los signos del virus, confirmó el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA).

En declaraciones a la cadena pública británica BBC, Reynolds indicó que se habían tomado muestras del ganado de esa granja para ser analizadas y que estaban a la espera de conocer los resultados de las pruebas para poder confirmar el posible virus.

"Establecer una zona de control temporal no es una medida poco habitual y somos ultra cuidadosos en este momento", afirmó esta portavoz del DEFRA.

Reynolds recordó que es necesario mantener una "vigilancia incesante" para afrontar la enfermedad. La veterinaria asesora del Gobierno no precisó el lugar exacto donde se habían notado estos nuevos posibles síntomas de la aftosa.

Además, señaló que este nuevo caso era similar al producido la semana pasada en una explotación de Dorking, en Surrey, que finalmente se trató de una falsa alarma, tras dar negativo los resultados de las pruebas realizadas a los animales.

El primer caso se declaró el pasado 3 de agosto en una granja de Surrey y posteriormente se registró un segundo en una explotación cercana.

Esas dos granjas están próximas al laboratorio animal de Pirbright, donde trabajan el Instituto de Salud Animal (IAH), un centro de diagnóstico e investigación, y la compañía farmacéutica Merial Animal Health, que fabrica vacunas para animales.

El último brote de aftosa declarado en el Reino Unido se dio con la epizootia del 2001, que causó auténticos estragos en el país al obligar al sacrificio de entre 6,5 y 10 millones de cabezas de ganado. Entonces se criticó duramente al Gobierno de Tony Blair por su falta de agilidad en la respuesta a la crisis.