Siguiendo algunas pistas "pero nada en concreto", la policía india practicó ayer cientos de detenciones y registros en relación con la cadena de atentados ocurridos el pasado martes en los trenes de Bombay, que acabaron con la vida de 200 personas. Bajo la certeza de que los atentados llevan el sello del extremismo islamista, la policía india apunta con convencimiento a la organización Lashkar e Taiba, con base en Pakistán. Sin embargo, otro nombre, como el del hasta ahora desconocido grupo Al Qaeda Jamú y Cachemira, salió también ayer a la luz.

Unas 250 personas pertenecientes a medios islamistas fueron detenidas durante la noche del miércoles al jueves para su interrogatorio. Ninguno de los arrestados fue acusado de cargo alguno, y un alto mando policial, Jayit Singh, reconoció no haber encontrado ningún indicio "concreto" sobre la autoría de los ataques. La policía difundió a última hora los retratos robot de tres sospechosos.

"ELEMENTOS ANTISOCIALES" "Hemos registrado un gran número de lugares, como casas y hoteles", afirmó Singh. Los detenidos son personas cuyos nombres figuran en "una lista de elementos antisociales y conflictivos", añadió este responsable.

Sin llegar a atribuirse los atentados de los trenes, la organización Al Qaeda Jamú y Cachemira "se felicitó" por los mismos, considerándolos "una consecuencia de la opresión india y de la represión de las minorías, en particular de los musulmanes". El Ejército indio dijo estar investigando a este grupo y afirmó que "sería un motivo de inquietud" si Al Qaeda hubiera echado raíces en la Cachemira india.

El Gobierno indio apunta a la autoría de Lashkar e Taiba, que lucha desde Pakistán contra la presencia india en Cachemira, pero esta organización negó su implicación y condenó los atentados, calificándolos de "bárbaros e inhumanos". La acusación a este movimiento islamista causó un malestar en el Gobierno paquistaní que el Ministerio indio de Exteriores siguió alimentando, al instar a Islamabad a "desmantelar las infraestructuras del terrorismo" en su zona.

La réplica del ministro paquistaní de Exteriores, Khurshid Mahmud Kasuri, fue inmediata. "La India es un gran país. Hay atentados en otras regiones de la India y no debe ser una reacción refleja atribuir que todo lo que pasa en la India comienza en Pakistán", afirmó Kasuri.

La organización Lashkar e Taiba ya fue acusada de los atentados perpetrados en octubre en mercados de Nueva Delhi, en los que murieron 60 personas.

Varias cadenas de televisión indias relacionaron los ataques con el ilegal Movimiento Islámico de Estudiantes de la India (SIMI), prohibido desde el 2001. Según algunas fuentes, el SIMI pudo proporcionado apoyo logístico para llevar a cabo los ataques. Sin embargo, el SIMI negó ayer su implicación en los atentados y pidió una "investigación imparcial" sobre lo ocurrido.

Mientras, los visitantes nacionales y extranjeros están abandonando a toda prisa la Cachemira india, tras una serie de recientes ataques perpetrados contra turistas en los que han muerto ocho personas.