El ministro de Defensa británico, Liam Fox, ha dimitido este viernes tras varios días de controversia por las revelaciones de que un amigo suyo actuaba como su asesor de manera no oficial, ha informado el Gobierno de Londres.

Según ha reconocido el propio Fox, su amigo Adam Werritty, que fue su padrino de bodas, le acompañó en un total de 18 viajes oficiales al extranjero y se reunió con él en el ministerio en 22 ocasiones sin tener ningún cargo oficial declarado.

En la carta de renuncia enviada al primer ministro, David Cameron, el ya exministro le pide perdón y admite que cometió un error al ser incapaz de "trazar una línea clara" entre su vida personal y profesional, cuyas consecuencias "han sido más evidentes" en recientes días.

"Es con gran tristeza que dimito de mi puesto de ministro de Defensa, un cargo que he estado tremendamente orgulloso y honrado de ocupar", indica Fox, del ala derecha del Partido Conservador y conocido partidario de la exprimera ministra británica Margaret Thatcher.

Fox ha agradecido a su jefe de Gobierno y líder del Partido Conservador su apoyo y ha señalado que seguirá ocupando su escaño por la circunscripción de North Somerset (Inglaterra).

Como respuesta a la carta de renuncia, Cameron ha agradecido a Liam Fox que haya sido un estrecho colaborador en los últimos seis años y también durante los 17 meses en que ha ocupado su cargo para adaptar el Departamento de Defensa a las necesidades de la era moderna.

Desde hace una semana las revelaciones sobre la relación de Werritty con Fox han generado un goteo constante de noticias en el Reino Unido y la situación era ya prácticamente insostenible, si bien Cameron había expresado un respaldo condicionado al ministro.

El ministro de Transporte, Philip Hammond, ha sido designado ministro de Defensa en sustitución de Fox. Justine Greening, procedente del Departamento del Tesoro sustituirá a Hammond al frente de Transportes, según los canales BBC y Sky News.

Este viernes, el diario The Daily Telegraph revela que Fox y Werritty asistieron el año pasado a una cena en Washington con altos cargos del sector de la defensa, cuyo cubierto costaba 500 dólares, que no fue declarada por el Ministerio de Defensa.

Además, el diario The Times ha asegurado que una empresa de espionaje y un fondo de inversión inmobiliaria con conexiones sionistas fueron algunas de las compañías que financiaron las actividades de Werritty junto al ministro.