Socios a la fuerza en un mundo de lazos económicos donde ambos manejan gran parte de las riendas, EEUU y China viven días de renovado reencuentro después de que la llegada a la Casa Blanca de la Administración de Barack Obama iniciara más de un año de tensiones. Reunidas en Pekín para la segunda edición del Diálogo Estratégico y Económico EEUU-China, las dos delegaciones --encabezadas por el presidente chino, Hu Jintao, y los secretarios de Estado y Tesoro de EEUU, Hillary Clinton y Timothy Geithner-- abrieron ayer los dos días de conversaciones, dominadas por asuntos económicos. Se mantienen las diferencias, pero la mera celebración del encuentro lanza un mensaje de conciliación y Hu definía ayer la reunión como un paso para "sentar las bases de una relación de confianza".

Pese al acercamiento, la tensión por la supuesta manipulación de la divisa china está viva y ese era el tema que ayer cobraba más relevancia en el diálogo bilateral. En el terreno estratégico persisten las diferencias pero hay señales de acercamiento en temas como la respuesta al programa nuclear de Irán.