El Ejército estadounidense ha impuesto un toque de queda en toda la ciudad santa shií de Nayaf, donde está librando duros combates desde primera hora de la mañana con los milicianos fieles al clérigo radical Moktada al Sadr.La medida trata de impedir que el joven religioso pueda hoy aparecer ante sus fieles en la mezquita de la vecina Kufa durante la celebración de la plegaria habitual de los viernes, relataron varios testigos.Además, las tropas estadounidenses, apoyadas por vehículos de combate polacos y búlgaros, tratan de estrechar el cerco en torno a la mezquita del Imán Alí, donde Al Sadr está refugiado junto a cientos de hombres armados."Hay decenas de muertos y heridos en las calles porque no se permite a las ambulancias evacuar a los heridos. Están paradas en los hospitales por orden estadounidense", ha afirmado en un despacho en directo el corresponsal de la cadena de televisión por satélite Al Jazira en la ciudad.No sé sabe si la restricción afectará a la manifestación que ha convocado para hoy la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), el principal grupo shií moderado de un país donde el 60% de la población sigue esta rama del islam.En los días pasados, esa formación política anunció que miles de sus partidarios se lanzarían hoy viernes a las calles de Nayaf, tras la oración del mediodía, para exigir a Al Sadr que acabe con su desafío.A primera hora de la mañana de hoy, tanques estadounidenses han penetrado en el cementerio de la ciudad santa de Nayaf y entablaron duros combates con los milicianos fieles al clérigo radical Al Sadr.Enfrentamiento con el Ejército del MahdiMiembros del Ejército del Mahdi han respondido con fuego de mortero y lanzagranadas RPG a los cuatro carros de combate estadounidenses que pusieron en acción sus cañones, han informado los testigos.Los tanques han tratado de superar la barrera del cementerio, uno de los lugares más sagrados para el shiísmo y abrirse paso hacia el centro de la ciudad, 170 kilómetros al suroeste de Bagdad.EEUU pretende capturar "vivo o muerto" al joven clérigo, que el pasado 31 de marzo hizo estallar una insurrección en las regiones shiís con su llamamiento a la desobediencia civil.Los principales líderes shiís, moderados y radicales, han advertido a Washington de las trágicas consecuencias que tendría la destrucción o violación de los santos lugares.