Egipto deportó ayer a unos 500 ciudadanos sirios que llegaron al aeropuerto internacional de El Cairo por carecer de visados e incumplir los nuevos requisitos de entrada al país, informaron hoy a Efe fuentes de seguridad.

La mayoría de los deportados había aterrizado en la capital egipcia en dos aviones procedentes de Siria, mientras que otros seis habían salido del Líbano, según las fuentes.

El pasado domingo, Egipto modificó la legislación y comenzó a exigir que los ciudadanos sirios y palestinos presenten un visado y un permiso de seguridad expedido por las autoridades de sus respectivos países para viajar al país.

Las fuentes explicaron que la medida fue tomada ante el temor de que se infiltren posibles yihadistas en Egipto, que afronta una delicada situación tras el golpe militar que depuso el pasado 3 de julio al presidente Mohamed Mursi.

Por su parte, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), que representa la principal alianza opositora al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, pidió hoy a Egipto que siga dando "todas las facilidades" y deje abiertas "las puertas humanitarias" a los sirios que viajan huyendo de la violencia.

En un comunicado, la CNFROS también llamó a los sirios en el extranjero a que cumplan con las leyes de cada país y no interfieran en sus asuntos internos o políticos.

Casi 100.000 sirios han buscado refugio en Egipto desde que estallara el conflicto en su país, en marzo de 2011, según cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Millones de personas salieron a las calles el pasado 30 de junio para exigir la renuncia de Mursi, a lo que el Ejército respondió días más tarde deponiendo al islamista e iniciando una nueva etapa transitoria hasta la elección de un nuevo mandatario.

La situación es tensa en el país, donde al menos 51 personas, en su mayoría seguidores de Mursi, perdieron la vida ayer frente a la sede de la Guardia Republicana en la capital.