Mientras las noticias procedentes del Hospital Hadassa de Jerusalén son moderadamente optimistas sobre la vida de Ariel Sharon pero muy pesimistas respecto a que pueda volver a llevar una vida normal en caso de sobrevivir, el panorama político israelí va despejándose y los focos se centran en Ehud Olmert, el actual primer ministro interino. Olmert presidió ayer su primera reunión como jefe de Gobierno mientras Shimon Peres despejaba dudas y le otorgaba todo su apoyo como líder de Kadima. Además, la prensa decía que tanto EEUU como Jordania y Egipto lo ven como el único candidato que puede seguir el proceso que inició Sharon con la retirada de Gaza.

"Vamos a continuar trabajando tal y como desearía Sharon, por el bien de la seguridad y los asuntos económicos y sociales del país", dijo ayer Olmert al inicio del consejo de ministros. Olmert ha adoptado, ante los focos, un perfil bajo, presentándose como un primer ministro interino y plasmándolo en detalles como el hecho de que la butaca de Sharon permaneció ayer vacía. Pero tras las bambalinas, Olmert está consiguiendo afianzar su liderazgo en el Kadima --a quien las encuestas siguen dando como claro ganador de las elecciones del 28 de marzo--, algo que no estaba nada claro cuando Sharon fue ingresado el miércoles de urgencias.

PUGNA CON LIVNI Antes del derrame cerebral del primer ministro, Olmert pugnaba con la ministra Tzipi Livni por el beneplácito del jefe y no tenía asegurado el puesto de número dos en las listas electorales del partido. En las primeras horas de incertidumbre, Shimon Peres, en una actitud que ha sido muy criticada por oportunista, se dejó querer por el líder laborista, Amir Peretz, y coqueteó con la idea de regresar a su partido de toda la vida. Pero ayer, Peres declaró que da su apoyo a Olmert como líder del Kadima, que no competirá con él por ese puesto y que, probablemente, engrosará la lista del partido. Entre una actitud y otra, ha habido una reunión entre Olmert y Peres e intensas negociaciones entre los equipos de ambos políticos.

Otra buena noticia le llegó ayer a Olmert desde las páginas del diario Yedioth Ahronoth, donde se informaba, citando fuentes de la Casa Blanca, que el presidente de EEUU, George Bush, prefería que Olmert sea el próximo primer ministro "porque es el único de los candidatos que está comprometido con el legado de Sharon y con hacer avanzar la Hoja de ruta . Según esa información, una de las principales valedoras de Olmert es la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y también juega a favor del primer ministro interino la desconfianza que despierta Binyamín Netanyahu, el líder del Likud, tras su anterior experiencia como primer ministro.

De la misma opinión, afirma el rotativo, son el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el rey de Jordania, Abdalá II, países claves en el proceso de paz. Los parabienes a Olmert le vienen incluso de adversarios políticos, como el laborista Ehud Barak, que ayer lo calificó como "un recambio muy válido" de Sharon.

ESTADO CRITICO Un Sharon que, según informó el director del Hospital Hadassa, Shlomo Mor Yosef, sigue en estado crítico a pesar de una nueva y leve mejoría. Yosef explicó que el equipo de neurocirujanos que trata al primer ministro decidió que hoy empezarán a despertarlo del coma inducido.

Será entonces el momento de calibrar qué daños ha sufrido el cerebro de Sharon tras ser sometido a tres operaciones de urgencia. Los cirujanos se mostraron ayer optimistas respecto a las posibilidades de supervivencia de Sharon, pero insistieron en que es imposible que regrese al trabajo si se despierta. Por eso, todo parece indicar que ha llegado la hora de Olmert.