Las malas perspectivas acabaron por hacerse realidad. España, en calidad de anfitrión, junto a Francia y Egipto, países que copresiden la Unión por el Mediterráneo (UpM) hicieron ayer oficial el aplazamiento sine díe de la cumbre de la UpM, prevista para el próximo sábado en Barcelona. En un comunicado emitido por el Ministerio de la Presidencia española, Francia, Egipto y España constataron que el bloqueo en el proceso de paz de Oriente Próximo hace imposible "una participación satisfactoria", e instaron a israelís y palestinos a reanudar las negociaciones y permitir así que la reunión "pueda celebrarse en los próximos meses".

Los tres países tomaron la decisión tras examinar las condiciones políticas en el conflicto entre israelís y palestinos. El pasado viernes, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ya señaló que no existían las condiciones adecuadas para celebrar el encuentro, pero puntualizó que todavía no se había tomado ninguna decisión definitiva. En el comunicado, los tres países invitaron a las instituciones de la UpM a proseguir su acción, al tiempo que expresaron su satisfacción "por el avance de los proyectos correspondientes a las prioridades fijadas" en la primera cumbre, celebrada en París en julio del 2008.

El principal escollo que afrontan los organizadores de la cumbre de la UpM --que agrupa a 43 países, es decir, los 27 de la UE, los países árabes del Mediterráneo, más Turquía e Israel-- es cómo denominar en los textos oficiales a los territorios palestinos o los Altos del Golán, ocupados por Israel desde la guerra de 1967. "Mientras exista este gran conflicto entre israelís y palestinos, será muy difícil celebrar esta cumbre", admitió el pasado domingo el embajador de la Liga Arabe en Francia, Nassif Hitti. "Existe un bloqueo preventivo por el hecho de que no podemos discutir de política", añadió el responsable, imputando la responsabilidad a la parte israelí.

Los expertos coincidieron ayer en que el nuevo aplazamiento es un duro golpe para la continuidad de la UpM. En sus dos años y medio de existencia, la unión debe superar numerosas "reticencias", en especial de los países del norte de Europa. En la ribera sur del Mediterráneo, Marruecos, Túnez y Jordania están más interesados en sus acuerdos de asociación con la UE.

PROYECTOS CONCRETOS El fin de la organización es impulsar una cooperación más estrecha entre las dos riberas del mar Mediterráneo, avanzando en proyectos concretos, como la polución, los transportes, el agua y el medio ambiente. Pero ha sido el contencioso entre árabes e israelís el que está frenando a la incipiente unión.