Facebook es desde hace años un caladero de movimientos de extrema derecha que utilizan los grupos de la plataforma para difundir su mensaje. Sin embargo, en las últimas semanas la red social ha empezado a bloquear contenido racista y violento. Este lunes, anunció haber eliminado miles de mensajes misóginos y racistas contra la vicepresidente electa de los Estados Unidos, la demócrata Kamala Harris.

Esos mensajes, difundidos principalmente a través de tres grupos, incluían insultos a la exfiscal general de California y acusaciones de que no es estadounidense, una conspiración que la derecha radical ya difundió con el expresidente Barack Obama. Los ataques se deben a que la madre de Harris es originaria de la India y su padre de Jamaica. Algunos mensajes llamaban a su deportación y otros incluían material sexualmente gráfico.

Sin embargo, Facebook solo ha actuado después de que la existencia de esos grupos, con más de 5.200 miembros, fuese denunciada por la BBC. Eso confirma que las reglas y directrices que establece Facebook son vacías porque ponen poco o ningún esfuerzo en la detección y aplicación de la ley, señalaba a ese medio el presidente de Media Matters, Angelo Carusone.

Durante años, el propietario de Facebook, Mark Zuckerberg, se había opuesto a la moderación de contenido de odio, lo que permitió su propagación. Hasta el mes pasado la red social permitía la actividad de grupos neonazis y la negación del Holocausto. Sin embargo, ante las elecciones estadounidenses y la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden, la compañía ha empezado a adoptar políticas de moderación de contenido más restrictivas con esos mensajes. El jefe de campaña de Biden dejó clara cuál será la posición de la nueva administración al criticar a Facebook por permitir la propagación de teorías de la conspiración.

La semana pasada BuzzFeed News destapó que el sistema de análisis interno de Facebook para detectar tendencias de violencia entre sus usuarios se ha disparado un 45%. La eliminación de esos mensajes racistas y misóginos contra Harris no será la última.