El candidato de la derecha, Nicolas Sarkozy, fue ayer el gran vencedor de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Con una participación récord (casi 85%), el exministro de Interior cumplió de largo las expectativas de los sondeos y, con más del 30% de los votos, obtuvo el mejor resultado de un candidato de la derecha desde que en 1974 Valéry Giscard d´Estaing llegara al 32,6%. La aspirante socialista Ségolène Royal alcanzó, con más del 25%, un buen resultado, pero necesitará los votos de los electores del centrista François Bayrou.

La decisión, el próximo 6 de mayo, del electorado de Bayrou, que obtuvo un 18%, será determinante para el resultado final, ya que la suma de los votos de la izquierda no le es suficiente a la candidata del Partido Socialista (PS) para derrotar a la derecha.

En su primera declaración, Sarkozy se mostró satisfecho de que en la segunda vuelta se enfrenten dos modelos de sociedad. Además de un récord desde 1974, su resultado representa 10 puntos más que el obtenido por Jacques Chirac hace cinco años. La decisión del candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) de virar a la derecha, convencido como estaba de la derechización de la sociedad francesa, le ha dado resultado, así como su penetración en el terreno del ultraderechista JeanMarie Le Pen, que ayer cayó a un porcentaje del 11% después de haber pasado a la segunda vuelta en el 2002 con un 16,86%.

Le Pen termina así su carrera política con un relativo fracaso --la alta participación le ha perjudicado-- y se dedicará ahora a preparar su sucesión. Su primera reacción fue irónica: "Me he equivocado, creía que los franceses estaban descontentos por la pobreza, el paro, la deuda, pero veo que están contentos, ya que acaban de reelegir a los partidos del poder", dijo. Le Pen anunciará el 1 de mayo su consigna de voto para la segunda vuelta.

MEJORA DEL PS El 25% de votos de Ségolène Royal no solo evita la repetición del trauma del 2002, año en que el candidato socialista no pasó a la segunda vuelta, sino que supera en casi cinco puntos la suma de los porcentajes obtenidos hace cinco años por Lionel Jospin y Jean-Pierre Chevènement. Sin embargo, la debilidad de la izquierda es patente. Sumados todos los candidatos que se reclaman de esta ideología, el porcentaje es ligeramente superior al 36%, casi 10 puntos menos que el que alcanzan la derecha y la extrema derecha reunidas. En su primera declaración, Royal llamó a la unidad para reformar Francia y destacó, como Sarkozy, que el día 6 de mayo "la opción es entre dos vías diferentes".

Pese a que no pudo lograr su objetivo de pasar a la segunda vuelta, François Bayrou, candidato de la Unión por la Democracia Francesa (UDF), ha terminado con éxito su difícil aventura de romper los dos bloques dominantes en la política francesa desde hace 25 años. Con su 18%, la opción que tomen sus electores será decisiva para que ganen Sarkozy o Royal.

NUEVA POLITICA Bayrou no dio anoche ninguna indicación y solo dijo que todas las decisiones que tome la UDF en los próximos días estarán inspiradas por la nueva política que, en su opinión, nació ayer en Francia. "La política francesa ha cambiado y ya no será como antes", dijo. Agregó que, pese a "maniobras innombrables" y "sondeos manipulados", que le situaban detrás de Le Pen, más de 7 millones de franceses le han votado. "Ellos han formado una fuerza nueva", dijo en referencia a un "centro amplio, fuerte e independiente", que suscita una "esperanza que no se parará" porque "el mal de Francia es más grave" de lo que creen la UMP y el PS.

Tras los cuatro grandes, el único candidato de los pequeños que mejora sus resultados del 2002 es el trotskista Olivier Besancenot, con un 4,3% (4,25%). Después figura el populista de extrema derecha Philippe de Villiers (2,4%) y el resto no llega al 2%: la comunista Marie-George Buffet saca un 1,9% (3,37%), la ecologista Dominique Voynet se hunde con un 1,5% (5,25% hace cinco años), la eterna Arlette Laguiller baja del 5,72% del 2002 al 1,4%; el altermundista José Bové supera por poco el 1% (1,3%), el candidato de los cazadores, Frédéric Nihous, saca el 1,1% (4,23% hace cinco años) y el tercer trotskista Gérard Schivardi logra un 0,4%.