Expertos de Tepco, empresa operadora de la planta nuclear de Fukushima, han confirmado una filtración al mar de agua con elevados niveles de radiactividad procedente del reactor 2 de la central, ha informado la televisión pública NHK.El líquido se filtra a través de una grieta de unos 20 centímetros en el muro de una fosa próxima al reactor, en la que hay agua contaminada con una profundidad de entre 10 y 20 centímetros.Tras detectar la grieta y a fin de contener la filtración, los operarios que trabajan en Fukushima se preparan para verter cemento en ese lugar, situado cerca de la toma de agua del reactor 2 y donde se encuentran varios cables eléctricos, según NHK. Fuentes de TEPCO han indicado que en ese lugar los niveles de radiactividad han alcanzado más de 1.000 milisievert por hora.La operadora investiga si hay otras filtraciones de agua radiactiva al océano Pacífico, después de que en los últimos días se hayan detectado en las aguas costeras próximas a la planta nuclear de Fukushima niveles de radiactividad muy superiores a los límites legales.Las operaciones para contener la filtración se suman a los esfuerzos para drenar los charcos de agua altamente radiactiva en varias zonas de las unidades 1, 2 y 3, que dificultan las tareas para restaurar la refrigeración de los reactores. Ésta se convirtió en el foco de la crisis nuclear que vive Japón desde que el tsunami que siguió al seísmo del pasado 11 de marzo dañó sus generadores de emergencia, lo que paralizó el sistema general de refrigeración.Visita del primer ministroEl primer ministro de Japón, Naoto Kan, ha visitado este sábado Rikuzentakata, una localidad de unos 25.000 habitantes que quedó barrida por el tsunami del 11 de marzo, donde se reunió con los evacuados para transmitirles el respaldo del Gobierno. Se trata de la primera visita del jefe del Ejecutivo nipón a una de las áreas devastadas por el seísmo de 9 grados Richter y el tsunami que han dejado al menos 11.800 muertos y más de 15.500 desaparecidos en el noreste de Japón, según las últimas cifras.Kan, enfundado en un mono azul de emergencia, fue recibido por el alcalde, Futoshi Toba, que en las instalaciones habilitadas como ayuntamiento temporal le informó sobre la situación en la ciudad. Situada en la costa de la provincia de Iwate, Rikuzentakata contaba con un muro de hormigón destinado a contener posibles tsunamis, pero las compuertas no pudieron ser cerradas a tiempo y la gran ola destruyó cerca del 80% de los edificios.Kan visitó también al equipo local de bomberos, diezmado por el desastre y cuya sede también quedó arrasada por las aguas, y luego se entrevistó con un grupo de 250 refugiados en una escuela primaria del lugar. El primer ministro les aseguró que el Gobierno estará con ellos "hasta el final" y les proporcionará la ayuda necesaria para reconstruir sus viviendas y reanudar sus actividades, informó la televisión NHK.