Tras un inicio de comparecencia tormentoso, marcado por las protestas de varios pacifistas, John Brennan ha respaldado este jueves la política antiterrorista de Barack Obama. El hombre elegido por el presidente para dirigir la Agencia Central de Inteligencia (CIA) defendió el uso de los 'drones' (aviones no tripulados) para eliminar a militantes de Al Qaeda y sus satélites en varios países del mundo islámico. Aunque dijo que solo se opta por atacarlos cuando no hay manera de capturarlos. A tenor de lo visto en el Comité de Inteligencia del Senado, Brennan no debería tener ningún problema para ser ratificado en el cargo.

A diferencia de Chuck Hegel, el candidato de Obama para dirigir el Pentágono, Brennan transmitió durante las casi cuatro horas de audiencia seguridad y competencia. Tras un cuarto de siglo en la CIA y cuatro años como brazo derecho del presidente en temas de seguridad, sabe bien de lo que hablaba. Además se encontró con unos senadores que lo trataron con una deferencia que negaron a Hagel. Y es que aunque los 'drones' levanten ampollas en Pakistán o Yemen o hayan llevado a Naciones Unidas a investigar su legalidad, en EEUU apenas tienen detractores si se descuenta a las organizaciones de derechos civiles y la prensa progresista.

Más críticas despiertan cuando se utilizan para matar a estadounidenses en el extranjero, algo que solo ha sucedido en tres ocasiones desde el 2009. "Solo optamos por esas acciones para salvar vidas cuando no hay otra alternativa", ha dicho Brennan refiriéndose a los ataques con 'drones', un programa que él mismo ha diseñado. "El presidente ha insistido en que cualquier acción tiene que estar legalmente respaldada y apoyada en inteligencia, tiene que someterse a la proceso adecuado de supervisión y aprobación antes de ser contemplada", ha añadido.

Víctimas civiles y bombardeos selectivos

Uno de los senadores le ha dicho que tiene la impresión de que Brennan prefiere matar terroristas antes que capturarlos. El espía corpulento se ha defendido. "Nunca he pensado que es mejor matar terroristas que capturarlos". Durante la vista apenas ha habido preguntas sobre las víctimas civiles que dejan los bombardeos teóricamente selectivos de los 'drones', generalmente realizados en zonas remotas de Pakistán, Somalia o Yemen. De haberlas, ha dicho Brennan, la CIA debería reconocerlo.

Pero el coste colateral de estas operaciones, que se cuentan por decenas o centenares según las fuentes, se lo han recordado varios miembros de Code Pink, un grupo pacifista al que se ha acabado expulsando de la sala. Una pancarta decía 'Brennan igual a asesinatos con 'drones'', mientras una mujer ha gritado (refiriéndose a la presidenta del comité): "Señora Feinstein, ¿son sus hijos más importantes que los niños de Yemen o Pakistán"?.

Lo que no se ha mencionado en ningún momento son los llamados 'signature killings' o 'crowd killings', términos que utiliza la CIA y el Ejército para matar con 'drones' a individuos cuya identidad se desconoce pero cuyas actividades se consideran sospechas. Estos asesinatos, según la prensa estadounidense, se llevan a cabo en Pakistán desde hace algunos años y el año pasado se autorizaron por primera vez en Yemen.

Comparecencia en el comité de inteligencia

Uno de los senadores le ha preguntado a Brennan si era consciente de que los ataques aéreos y las víctimas civiles están galvanizando el antiamericanismo en varios estados y sirviéndole a Al Qaeda para reclutar nuevos miembros. "Es algo que tenemos que tener muy presente", ha dicho. Pero también ha añadido que en muchas zonas las poblaciones locales han sido "secuestradas" por la red terrorista o sus satélites y dan la bienvenida a los esfuerzos de EEUU "para liberarlos del cáncer de Al Qaeda".

El próximo martes Brennan se someterá a una nueva inspección del Comité de Inteligencia del Senado, aunque esta vez será a puerta cerrada porque se tratarán temas clasificados. Más tarde se votará en la Cámara alta su nominación. No se espera ninguna sorpresa, todo lo contrario. Brennan sustituirá a Michael Morell al frente de la CIA, quien ha dirigido la agencia de forma interina desde que David Petraeus tuvo que dimitir por un lio de faldas.