EL EJERCITO de Uzbekistán reforzó ayer la frontera con Kirguizistán, cerrada desde el estallido de la revuelta la semana pasada. Centenares de militares recorrieron las calles del sector uzbeco de Karasu --una ciudad ubicada a ambos lados del río Shajrijansái, que separa las dos repúblicas-- en busca de cualquier sospechoso de haber participado en las revueltas de la semana pasada.