El hijo mayor de Sadam Husein, Udai, tercero en la lista de los más buscados en Irak, se ha puesto en contacto con las autoridades estadounidenses en este país para negociar su entrega, según informó ayer el periódico norteamericano The Wall Street Journal . El antiguo jefe de los fedayines --las fuerzas paramilitares del régimen-- está escondido en un barrio de Bagdad y al parecer teme ser asesinado si su refugio es descubierto por los iraquís.

Citando a "terceras partes con conocimiento de las discusiones", el diario neoyorquino señala que la entrega no se ha producido aún debido a la "dura postura negociadora" de EEUU, y también porque las autoridades estadounidenses "no parecen especialmente interesadas en llegar a un trato con él, porque presumen que, tarde o temprano, será capturado". Udai, subraya el periódico, "quiere saber qué acusaciones se le imputarán y cuál será el procedimiento de interrogatorios y detención en caso de que se entregara". Las mismas fuentes revelaron al diario que Sadam está vivo, que se oculta en un barrio de Bagdad y que su salud mental es "cuestionable".

DISOLUCION DEL EJERCITO

En Bagdad, entretanto, el virrey Paul Bremer anunció la disolución de todos los cuerpos de seguridad que operaban bajo el derrocado régimen. "La Autoridad Civil provisional tiene previsto fundar, en un futuro próximo, nuevos organismos iraquís de seguridad, como primer paso para el establecimiento de una nueva fuerza de defensa del Irak libre", reza una circular difundida ayer. Fuentes iraquís alertaron sobre la posibilidad de que esta decisión ahonde en el descontento de la población local, que lo que más desea es la salida rápida de los aliados.

El descontento se palpa por todas partes. El líder del Consejo Nacional Iraquí (CNI), Ahmed Chalabi, criticó duramente la decisión de la ONU de suspender el embargo contra Irak. La resolución aprobada por el Consejo de Seguridad, aseguró, "contradice lo acordado con EEUU: ellos vinieron a liberar a Irak, no a ocuparlo". El documento, añadió, "incluye la creación del Fondo de Desarrollo de Irak, que administrará los recursos nacionales a través de una junta" en la cual "no hay ni un solo iraquí".

Siria, el único de los 15 miembros del Consejo de Seguridad que no había votado la resolución de la ONU, rectificó ayer e hizo constar en un acta su aprobación al documento. Eso sí, dejó claro que la resolución "no deja que sean los iraquís los que decidan su destino".