La organización Human Rights Watch (HRW) levantó ayer más de una ampolla en los pasillos del Ministerio del Interior marroquí al acusar a Marruecos de reprimir de forma sistemática a los saharauis que defienden la independencia. El último caso de hostigamiento denunciado por la Asociación Saharaui de Víctimas de Graves Violaciones de Derechos Humanos (ASGVDH) fue el de dos jóvenes que murieron atropellados durante unas protestas en Agadir, en el sur del país.

"Las fuerzas de seguridad detienen arbitrariamente a presuntos activistas saharauis. Los torturan y les obligan a firmar confesiones policiales incriminatorias", señala el informe que la citada oenegé hizo público en Rabat.

Un portavoz del Gobierno dijo que "ninguna organización debe entrometerse en los asuntos" de Marruecos".