Los 22 países que componen la comunidad iberoamericana sellarán este fin de semana en la cumbre de Montevideo (Uruguay) un compromiso para regular los flujos migratorios y hacer frente a la inmigración ilegal. José Luis Rodríguez Zapatero pretende que los países latinoamericanos acepten una "responsabilidad compartida" ante un fenómeno que afecta en especial a España, de modo que se refuercen los controles y se agilicen las repatriaciones.

La inmigración será el tema estrella de la 16 Cumbre Iberoamericana, en la que al menos 16 países estarán representados por sus jefes de Estado o de Gobierno. La misión española la encabezarán el Rey y el presidente.

Las delegaciones llevan semanas trabajando sobre el documento final, que definirá las bases de la regulación migratoria de la comunidad iberoamericana. Los negociadores han mantenido intensos debates por la existencia de dos enfoques. Los países emisores intentaron contextualizar la inmigración en el ámbito de los derechos humanos, pero los países receptores, como España y México, impusieron enmarcarla en el terreno de la cooperación al desarrollo y el policial.