Los miembros de la extrema derecha británica han salido forzosamente del armario. Los nombres, direcciones, números de teléfono y puestos de trabajo de los más de 12.000 afiliados al British National Party (BNP) han aparecido publicados en internet. Algunos militantes aseguraban ayer haber recibido amenazas, mientras que otros han perdido su empleo. Una oficial de policía de Merseyside, en el noroeste de Inglaterra, y un presentador radiofónico han sido los primeros destituidos tras conocerse sus simpatías políticas.

Las listas revelan que en el BNP, el partido antiinmigración y defensor de la supremacía británica, hay miembros de las fuerzas de seguridad y del Ejército, abogados, clérigos, profesores y al menos un médico. Aunque el BNP no es ilegal, la normativa actual prohíbe la afiliación de policías y funcionarios de prisiones, porque su militancia es incompatible con el deber de promover la igualdad entre gente de distintas razas.

"Probablemente dice mucho del BNP el hecho de que esa gente no quiera que sepamos que son miembros", declaró la ministra del Interior, Jacqui Smith. El líder del BNP, Nick Griffin, confirmó que la lista es auténtica. "Se trata de un acto vil de intimidación" del "régimen laborista", aseguró Griffin a la BBC.