El debate político, en el Congreso de los Diputados, es sólo un trámite de mercadotecnia para vender un eslogan. El "déjenos en paz, señor Aznar" de Rodríguez Zapatero es una nueva versión de aquel "váyase señor González " que hará historia, porque no es mala idea para muchos españoles conseguir que Aznar nos deje en paz.A pesar de la votación búlgara de los diputados populares, cerrando filas con su presidente, casi nadie entiende el amor desaforado de

Aznar por el ultraconservador presidente de Estados Unidos George Bush y las ínfulas belicistas que han dinamitado la ocupación del centro político, que era la clave electoral del triunfo del Partido Popular.Que

Aznar se va es un hecho anunciado; que nos deje en paz es ya casi imposible. Lo cierto es que el camino emprendido por el Partido Popular ya no tiene retorno.Lo único que puede salvarles es que la guerra sea "ágil, rápida y limpia". Casi nada para una cruzada.