Yemen, considerado centro neurálgico del terrorismo antinorteamericano en Oriente Próximo desde el 2000, fue escenario el lunes de la violencia islamista. Abed Abdel Abdelrazak Kamel causó la muerte de una médico y dos empleados (hombre y mujer), todos estadounidenses, del hospital de la organización Junta de Misiones Internacionales de la Iglesia Bautista del Sur --con sede en Virginia-- en la localidad yemení de Yibla, a unos 180 kilómetros al sur de la capital, Saná. Un farmacéutico de la organización, además, se encontraba el lunes "clínicamente muerto" tras ser intervenido para extraerle dos proyectiles recibidos durante el atentado.

El terrorista fue detenido tras el ataque. Un equipo de investigación de EEUU viajó el lunes desde Saná hasta Yibla para colaborar en las pesquisas. Según las autoridades yemenís, Kamel confesó ser amigo de Ali Yeralá, detenido tras matar el pasado sábado en la capital al dirigente opositor socialista Yeralá Omar, además de explicar que ambos recibieron instrucción militar en Afganistán con grupos islámicos.

VARIAS OPERACIONES

El detenido explicó que formaba parte de una célula de cinco activistas encargada de ejecutar cinco operaciones, una de ellas el asesinato del líder opositor. Según los investigadores, el terrorista dijo haber actuado para parar el proselitismo de los cristianos que han decidido vivir en esta tierra del islam, cuna de la familia de Osama bin Laden y terreno fértil del islamismo radical.

Las fuerzas del orden yemenís rodearon el hospital. La utilización de una pistola Makarov o un fusil Kalaschnikov en el atentado no fue decisivo para el impacto que causó entre la población la acción de un terrorista que, según los habitantes de Yibla, llegó de otro punto de Yemen.

Según los lugareños, la ONG norteamericana se disponía a transferir la gestión del hospital, tras 35 años, a la Asociación Popular Yemení próxima al partido del Gobierno, el Congreso Popular General del presidente Ali Abdelá Saleh. Erich Bridges, portavoz de la organización en Virgina, señaló que el hospital "da asistencia médica y medicamentos a los necesitados" y atiende a 40.000 personas, informa Efe.

Yemen ha sido objetivo del terrorismo antinorteamericano desde hace una década. Tras el 11-S, los Gobiernos de Washington y Saná activaron la cooperación antiterrorista. El lunes, el Parlamento yemení tenía previsto examinar un informe detallado sobre los actos terroristas y "las medidas adoptadas por el Gobierno contra el terrorismo".