Israel rechazó ayer las presiones estadounidenses para detener la construcción del muro de seguridad en Cisjordania, a lo largo de la frontera fijada tras la guerra de los seis días, de 1967. Altos responsables israelís lo dejaron claro 24 horas antes de la reunión que celebrarán hoy en Washington el primer ministro palestino, Abu Mazen, y el presidente de EEUU, George Bush.

El ministro de Exteriores de Israel, Silvan Shalom, declaró, tras entrevistarse con la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, que el muro "servirá para impedir la infiltración de terroristas palestinos" de Cisjordania a Israel.

Además, trece palestinos resultaron heridos en el centro de Gaza por la explosión de una granada antitanque que al parecer iba dirigida contra la oficina del jefe de la seguridad preventiva palestina, Musa Arafat, pero que impactó contra una cárcel del recinto.