Inmune a las críticas que ha desencadenado la visita, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, puso fin ayer al aislamiento de Siria al recibir en el Elíseo al presidente Bechar el Asad, con quien se entrevistó en la víspera de la cumbre de la Unión para el Mediterráneo, a la que asistirá el dirigente sirio.

La iniciativa de Sarkozy representa el fin de la cuarentena a la que la comunidad internacional había sometido a Damasco desde el asesinato en febrero del 2005 en Beirut del presidente del Líbano, Rafic Hariri, del que una comisión de investigación internacional acusó a Siria, que ha negado su participación.

Sarkozy visitará Siria "antes de mediados de septiembre" de este año e impulsará el paralizado acuerdo de cooperación entre la UE y Siria, según anunció un comunicado oficial del Elíseo. Aunque la nota no lo menciona, Sarkozy pidió a Asad que "convenza a Irán" de que aporte pruebas de que solo pretende desarrollar la energía nuclear con fines civiles, como afirman los dirigentes de Teherán y el presidente sirio.

SIN ARMAS Asad expresó su deseo de ver Oriente Próximo libre de armas de destrucción masiva. El mandatario pidió a París que juegue un papel en el proceso de paz sirioisraelí. Asad asistirá mañana al desfile de la fiesta nacional francesa, motivo por el que el expresidente francés Jacques Chirac no lo hará.