La expectación generada entorno a la primera reunión de trabajo entre el primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, era grande. Hace semanas que las conversaciones del brexit están en punto muerto por la negativa del dirigente británico a aceptar la salvaguarda (backstop) para evitar el regreso de una frontera física a la isla de Irlanda. Y el encuentro de ayer en Luxemburgo tampoco logró desencallar el proceso.

El británico se presentó a la reunión sin propuestas concretas y con el mismo mensaje de hace semanas: no aceptará el mantenimiento del backstop, que la UE considera vital para proteger tanto el acuerdo de paz del Viernes Santo como el mercado único europeo y que, según Johnson, atrapará al Reino Unido en la unión aduanera con la UE indefinidamente. Y tampoco pedirá una prórroga del brexit más allá del 31 de octubre. Un mensaje al que el Ejecutivo comunitario respondió con paciencia y también firmeza.

«Juncker le recordó que es responsabilidad del Reino Unido presentar soluciones legales y compatibles con el Acuerdo de Retirada y subrayó la voluntad y disposición de la Comisión a examinar si esas propuestas cumplen con la salvaguarda, pero dichas propuestas aún no se han realizado», explicó la Comisión en un comunicado. El texto recuerda la importancia crucial de la cumbre de líderes de la UE del 17 y 18 de octubre, a dos semanas de la fecha de salida.

Para lograr una salida ordenada, la UE está dispuesta a trabajar cada día, pero advierte a Johnson de que los 27 seguirán unidos. De momento, según anunciaron los británicos en otro comunicado, «los líderes pactaron que las reuniones deben intensificarse y que pronto serán a diario».

Johnson, que se reunió posteriormente con el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, canceló una rueda de prensa conjunta prevista con este, que sí habló con la prensa. «Tenemos un acuerdo de salida y es el del año pasado. No hay cambios. Necesitamos propuestas por escrito. Deje de hablar y actúe», indicó con exasperación junto al atril vacío de Johnson. Según Skynews, Johnson canceló su aparición para evitar los abucheos de los ciudadanos antibrexit allí concentrados.