El periodista británico Alan Johnston dijo hoy que sabe muy poco de sus captores a pesar del tiempo que pasó con ellos, casi cuatro meses, pero aseguró que le trataron bien y no le torturaron. "Hubo dos hombres muy jóvenes que acostumbraban a entrar a la habitación o venían a comunicarme cosas pero no supe mucho de ellos", dijo hoy el ya ex corresponsal de la BBC en Gaza, en una rueda de prensa en el consulado general británico de Jerusalén. Y agregó que "la primera noche tuve una conversación con el líder del grupo en la que le dijo que no iban a matarle ni a torturarle" y en ese sentido "nada en su comportamiento normal fue violento".

Visiblemente cansado y más delgado, el periodista manifestó sobre los momentos previos a su liberación que "ayer vino un joven desconocido para pedirme que me vistiera porque regresaba a Inglaterra". "Eso ya me lo habían hecho otras veces, por lo que nos les creí", subrayó. Johnston fue liberado la madrugada del martes al miércoles después de 16 semanas de cautiverio, y tras una comparecencia junto al ex primer ministro de Hamás, Ismail Haniye, que obtuvo su liberación, fue trasladado a Jerusalén.

Al ser consultado sobre sus captores, aseguró que "para mi desgracia, sé muy poco de ellos" y, sin entrar en detalles, confesó que sabía que estaba "en poder de personas impredecibles y peligrosas". El periodista estuvo en poder del llamado Ejército de Islám, un grupo armado al que unos vinculan con la red terrorista Al Qaeda y otros con el poderoso clan de los Dormush, uno de los más activos en la franja de Gaza.

Las preocupaciones de sus captores

Sobre los momentos más duros de su cautiverio, relató que los sucesos en Gaza durante el mes de junio "preocuparon" a sus captores. "Cuando Hamás tomó Gaza, ellos y toda la gente en Gaza se preocuparon bastante", dijo Johnston, que a pesar de haber bajado de peso y presentar un semblante pálido, tenía una apariencia externa impecable y compareció afeitado y rapado.

Acerca de la situación en la franja de Gaza, en la que trabajó los tres años previos a su secuestro, dijo no saber "qué pasará". "No sé que ocurrirá en el futuro. A veces parece que ellos (los grupos palestinos) ven el mundo en términos de blanco y negro pero esa es su forma de pensar". A una pregunta de un periodista, negó que hubiera tratado de escapar de sus captores y aseguró que nunca perdió la esperanza mientras permaneció "en un cuarto pequeño y sin luz".

"Esperaba el momento en que pudiera regresar a la vida; trataba de seguir con fuerzas", agregó Johnston mientras sonreía con frecuencia y agitaba las manos al hablar. Y contó que él mismo solía prepararse la comida en una cocina que estaba al lado de la habitación en la que lo mantenían, y que con la excepción de algunos alimentos que le sentaron mal en las últimas semanas, en términos generales estuvo bien de salud, si bien espera reponerse de las "secuelas psicológicas".

El corresponsal británico también aprovechó su intervención para agradecer repetidamente la labor de los medios de comunicación y las personas que "conservaron viva su historia". Asimismo, afirmó que aunque ha pasado "buenos tiempos" mientras trabajó en Gaza y es consciente del "gran corazón y de la hospitalidad de la gente allí", ahora no se siente "preparado" para regresar.