Elián González Brotons --"nuestro niño", según el epíteto que le otorgó en su día la prensa cubana-- ha crecido. Han pasado 10 años desde su rescate milagroso en aguas del golfo de México, el 25 de noviembre de 1999, y su retorno a Cuba desde Estados Unidos tras una batalla legal que le convirtió en un símbolo. Hoy este adolescente de 16 años estudia en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos y el pasado fin de semana participó como delegado en el congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas. La página web oficialista Cubadebate publicó las imágenes de la jornada.

Todo muy acorde con el discurso de Raúl Castro, que dijo que el país necesita "líderes de verdad, no improvisados que no hayan pasado por la forja de la clase obrera". Fue una clara referencia a los depurados, como los exjefes de Exteriores Roberto Robaina y Felipe Pérez Roque. "Cuadritos de probeta o de laboratorio que ya sabemos lo que han costado", subrayó.

Elián fue uno de los tres supervivientes de una embarcación que naufragó tratando de alcanzar Florida. Su madre, Elizabeth, se ahogó. La leyenda dice que el niño flotó durante tres días protegido por delfines del ataque de tiburones. La lucha de su padre para recuperar al niño duró siete meses y se convirtió en asunto de estado.