Nacido en Garmsar (1956)

Ingeniero civil

Veterano de guerra

Exalcalde de Teherán

Desde su temprano ingreso en la política revolucionaria, cuando tomó parte en el asalto a la Embajada de EEUU en Teherán en 1979, la carrera del nuevo presidente iraní se ha caracterizado por una lealtad sin fisuras al guía de la revolución islámica, Alí Jamenei, que le ha llevado a defender las posiciones más duras del régimen de los ayatolás. De origen social modesto --hijo de un herrero-- sus convicciones religiosas le llevaron a alistarse con los pasdarán (guardianes de la revolución). Su etapa de gobernador en Maku y Joy, en la provincia de Azerbaiyán, y más tarde el Kurdistán iraní, satisfizo a Jamenei, porque en el 2003 fue premiado con la candidatura a la alcaldía de Teherán.

"No hicimos una revolución para tener una democracia", aclaró el primer día de campaña. Respecto a los jóvenes afirmó: "Algunos promueven la decadencia". "Es nuestro deber impedírselo", añadió. Pese a hacer gala de modestia, el viernes, se le escapó un deje de soberbia: "Soy el pequeño servidor de Alá, el barrendero de las calles de la nación iraní".