Los talibanes locales y el Gobierno paquistaní llegaron a un acuerdo en febrero para aplicar una versión moderada de la ley islámica en Malakand (noroeste de Pakistán) a cambio de un alto el fuego en Swat, escenario de una revuelta integrista desde el 2007. Según el pacto, expertos religiosos deberán participar en los tribunales a la hora de impartir justicia junto a los jueces para garantizar que los veredictos respetan la sharia o ley islámica.