Los liberales y los socialistas belgas confían en renovar hoy su mayoría en las elecciones generales, cuyo resultado se prevé muy ajustado en Flandes. Los ecologistas, tercer grupo político de la actual coalición gubernamental Arco Iris, podrían sufrir un retroceso.

La novedad más vistosa de estas elecciones es que el principio de paridad es obligatorio por ley, por lo que las listas electorales incluyen tantos hombres como mujeres.

La principal pugna política se desarrollará en Flandes, la región más poblada y más rica del país, donde el actual primer ministro, Guy Verhofstadt (liberal flamenco), intentará renovar su victoria sobre los democristianos, para mantener el liderazgo del partido.

Las encuestas pronostican una importante subida a los socialistas flamencos asociados a la nueva formación Sprit, de carácter nacionalista y progresista, surgida de la disolución del regionalista Volksunie en septiembre del 2001.

El escándalo de corrupción del Ayuntamiento de Amberes puede dar alas al Vlaams Blok (extrema derecha), que se presenta como único partido "limpio" y que obtuvo el 9,9% en las anteriores elecciones.