EL EXITO

Con sus más de tres millones de votos, la federalista, xenófoba y euroescéptica Liga Norte confirmó en las elecciones su arraigo en las ricas e industrializadas regiones del norte, en especial en sus bastiones del Véneto (Venecia) y Lombardía (Milán), donde superó el 25%. Sus resultados son los mejores desde 1996 y marcan el fin de una travesía en el desierto.

EL IDEARIO

Fundada por Umberto Bossi en 1991, la Liga defendió en su día la secesión del norte (la Padania), mientras que ahora su principal caballo de batalla es el "federalismo fiscal". "Es impensable que todo el dinero del norte aterrice siempre en Roma", decía ayer Bossi. La Liga se ha significado también por sus duras posiciones sobre la inmigración. Solo hay que recordar a Mariella Mazzetto, exviceministra de Educación, paseando un cerdo por los terrenos destinados a la construcción de una mezquita en Padua, o a Roberto Calderoli, exministro de Reformas, luciendo una camiseta con una caricatura de Mahoma.

LOS ALTIBAJOS

La tortuosa relación entre la Liga y Berlusconi se inicia en 1994. Su coalición gana las elecciones, pero a los siete meses la dimisión de Bossi hace caer el primer Gobierno de Berlusconi. La pérdida de votos e influencia llevará a la Liga Norte a aliarse de nuevo con el centroderecha y volver al Gobierno en el 2001.