La primera ministra británica, Theresa May, admitió ayer que no tiene apoyos suficientes para someter a votación en el Parlamento británico el acuerdo de salida de la UE consensuado con Bruselas con las garantías que la Cámara lo apruebe. «Sigo teniendo conversaciones con miembros de la Cámara para construir apoyos y llevar a votación el acuerdo esta semana y garantizar el brexit», manifestó May durante una intervención en la Cámara de los Comunes. «Si no podemos, el Gobierno se comprometió a encontrar una mayoría alrededor de una vía para avanzar», añadió la premier. «Si la Cámara no aprueba el acuerdo esta semana y no está preparada para ver al Reino Unido marchar sin un acuerdo querrá decir que habrá una prórroga larga, deberá participar en las elecciones europeas y no tendremos garantías de un brexit» , recordó May.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, acusó May de «ignorar grandes partes del país» e hizo referencia a las movilizaciones masivas en Londres durante el fin de semana pidiendo que se detenga el brexit de forma unilateral.

«Ahora que ha admitido que no le salen los números, ¿aceptará que el acuerdo está muerto y que es una pérdida de tiempo dar la misma respuesta por tercera vez?», le replicó Corbyn sobre una posible tercera votación.

enmiendas / El Parlamento británico votó anoche una enmienda que pide que el miércoles la Cámara de los Comunes lleve a cabo una serie de «votos indicativos» que permitan despejar cómo quiere proceder la mayoría respecto al proceso del brexit.

Los conservadores Oliver Letwin y Dominic Grieve y el laborista Hilary Benn son quienes presentaron esta iniciativa, que secundaron otros 109 diputados de distintos partidos. Además de ésta, el presidente de la Cámara baja, John Bercow, seleccionó otras dos enmiendas que los diputados votaron anoche.

Una correspondía al Partido Laborista, en la que esta formación pidió también reservar tiempo para que los Comunes puedan votar opciones alternativas al plan de la primera ministra, Theresa May, entre ellas el plan de salida del bloque comunitario propuesto por este partido, una unión aduanera o un segundo referéndum. En tercer lugar, Bercow escogió, del total de siete que fueron presentadas, la enmienda de la laborista Margaret Beckket que propone que el Parlamento decida si quiere retrasar el brexit en caso de que el país se encamine a una salida sin acuerdo siete días antes del 12 de abril.

Esta es la fecha límite que ha otorgado la Unión Europea al Reino Unido para que decida cómo quiere proceder con el proceso de ruptura en el caso de que el acuerdo sellado entre Londres y Bruselas no prospere.

Esa posibilidad se antoja cada vez más remota, después de que ayer la propia May reconociera que por ahora no cuenta con el apoyo necesario en Westminster para sacar adelante su pacto, que ya ha sido rechazado en dos ocasiones anteriores por amplias mayorías.

Aunque la enmienda que tiene más posibilidades de prosperar era la multipartita que propone votar diferentes alternativas el miércoles, May se mostró ayer «escéptica» de que este procedimiento sirva para aclarar las cosas, e invitó a sus colegas conservadores a rechazarla.

El vicepresidente de la Comisión Europea y candidato de los socialdemócratas a presidir esa institución, Frans Timmermans, aseguró ayer a los eurófobos de que el Reino Unido es hoy un «ejemplo en vivo» de lo que supone abandonar la UE. En este contexto, Timmermans exigió a Londres «honestidad» con los británicos sobre las consecuencias del brexit. «No pongo en duda el derecho de los británicos a decir que estarán mejor fuera de la UE, pero se merecen honestidad intelectual y política sobre lo que significa eso, y no venderles cualquier otra cosa», declaró Timmermans, quien dijo que si el brexit es tan importante, «deben estar dispuestos a sentarse delante de la gente que pagará las consecuencias y decirles el precio que van a pagar, incluido que podrían perder su trabajo».