Al menos 22 personas han muerto y cerca de 25.000 han tenido que ser evacuadas desde que un grupo de guerrilleros musulmanes atacó el pasado lunes la ciudad de Zamboanga, en el sur de Filipinas.

Las escaramuzas entre los rebeldes del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) y las tropas del Ejército cumplieron hoy su quinto día con la visita del presidente de Filipinas, Beningno Aquino, que se trasladó a la zona para evaluar la situación.

Según anunció el Ayuntamiento de Zamboanga en la red social Twitter, un total de 24.880 personas se refugian en el estadio de Joaquín Enriquez y otros lugares de acogida tras la evacuación forzosa de los residentes de 5 distritos.

Las autoridades han declarado el estado de emergencia en esta cuidad, donde los rebeldes del FMLN mantienen a entre 20 y 200 rehenes, según las distintas fuentes.

El presidente filipino visitó a los efectivos heridos en un hospital militar de la zona y agradeció sus esfuerzos para defender la ciudad de los ataques del FMLN, informa el diario "The Star".

"Los rebeldes tienen los días contados", dijo Aquino en una comparecencia ante la prensa durante su visita a la ciudad, situada en la isla de Mindanao.

"No creo que sea correcto que yo esté en Manila mientras vosotros estáis aquí, teniendo que pasar por esto. Me quedaré aquí hasta que mejore la situación", agregó el presidente.

Por otra parte, Aquino negó que entre 70 y 80 rebeldes se entregaran anoche, como había informado la web local Rappler.

Además de los tiroteos, al menos cinco incendios han sido declarados en la ciudad sureña desde el pasado miércoles que han afectado a varias barriadas y al Centro de Ciencias Marinas y Tecnología.

La Policía filipina anunció el despliegue en la zona de otros 120 agentes que apoyarán a los cerca de 300 soldados que ya están presentes en la zona para hacer frente a entre 100 y 400 insurgentes del FMLN.

En Zamboanga rige el toque de queda nocturno, mientras que se han cancelado las clases y las oficinas permanecen cerradas, aunque gasolineras, mercados y farmacias atienden las necesidades de los habitantes.

El ataque de los rebeldes se produjo un mes después de que el líder del FNLN, Nur Misuari exigiera la independencia de la región de Mindanao y otras islas del sur y denunciara que su grupo había sido excluido de las negociaciones entre el Gobierno y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).

Misuari fundó el FMLN en 1971 y fue la principal organización musulmana en armas de Filipinas hasta que firmó la paz en 1996.

No obstante, cinco años después denunció el pacto y levantó en armas a sus hombres cuando iba a perder en las urnas su cargo de gobernador de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán.

El FMLI se fundó formalmente en 1984 de una escisión del grupo de Misuari y actualmente se encuentra en la fase final de sus negociaciones con el Gobierno.

Según analistas filipinos citados por el portal de noticias Rappler, Misuari "está haciendo ruido" para boicotear las conversaciones entre el Gobierno y el FMLI.