Rusia y Ucrania pusieron punto final ayer a la llamada "guerra del gas" que a principios de este año puso en jaque el suministro del carburante ruso a Europa. El primer ministro ruso, Mijail Fradkov, y su homólogo ucraniano, Víktor Yanukovich, pactaron en Kiev una tarifa de 110 euros por cada 1.000 metros cúbicos de gas para el 2007. El acuerdo normaliza las tensas relaciones entre ambos en el ámbito de la energía.

Hasta la crisis de enero, la compañía RosUkrEnergo vendía a Ucrania una mezcla de gas ruso y gas barato de los países centroasiáticos a 80 euros por 1.000 metros cúbicos y durante todo el año, en virtud de un acuerdo provisional, a 95 euros. El presidente ruso, Vladimir Putin, había garantizado a la UE "previsibilidad y estabilidad" en la cooperación energética durante la cumbre informal de los Veinticinco en Lahti (Finlandia). El gasoducto ruso Soyuz, que pasa por territorio ucraniano, transporta anualmente 140.000 millones de metros cúbicos de gas: el 85% con destino a Europa occidental y el 15% restante para los ucranianos.

La "guerra del gas" entre Rusia y Ucrania causó una profunda crisis constitucional en Kiev.