Seis miembros de las fuerzas de seguridad y un civil que formaban parte de la escolta de un magistrado murieron hoy a causa de un atentado en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, informó a Efe una fuente oficial.

El ataque tuvo lugar en la calle Burns cuando el juez se dirigía a su oficina en el Tribunal Superior de Sindh (provincia con capital en Karachi) y una motocicleta bomba explotó al paso del convoy, según un responsable de la Policía local.

Según la fuente, el artefacto, que provocó heridas a una decena de personas, estaba compuesto por unos ocho kilogramos de material explosivo y fue activado por control remoto.

Entre los fallecidos hay seis policías, un conductor y un miembro de los Rangers, el principal cuerpo paramilitar del país.

El magistrado solo sufrió heridas leves.

Con cerca de 20 millones de habitantes, la localidad portuaria de Karachi es la ciudad más poblada de Pakistán y también su capital financiera.

La urbe es escenario de continuos sucesos violentos que van desde enfrentamientos entre bandas mafiosas a ataques sectarios entre grupos religiosos de distinto signo y acciones armadas de la insurgencia talibán.

La llegada de cientos de miles de pastunes que huyen desde hace años de la violencia en el noroeste del país ha acentuado los enfrentamientos étnicos y también ha camuflado la llegada de muchos milicianos talibanes tanto paquistaníes como del vecino Afganistán.