Un alto funcionario irlandés del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y un niño palestino de 11 años resultaron muertos ayer por los disparos del Ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín durante una amplia incursión militar en Cisjordania y la franja de Gaza. En otro incidente en este mismo campo, una joven irlandesa propalestina resultó herida de bala.

Más de un centenar de tanques y blindados israelís, apoyados por helicópteros de combate, irrumpieron la pasada madrugada en Belén, de donde procedía el terrorista suicida que el jueves asesinó a 11 israelís en Jerusalén.

BALAS DEL EJERCITO

El director del hospital de Yenín, Mohamad Abu Ghali, aseguró que Ian Hook "recibió en el abdomen dos balas israelís de M-16", el fusil de asalto norteamericano que usan los soldados de Israel, y acusó al Ejército de haber impedido la circulación de las ambulancias en el campo de refugiados. La ONU expresó su malestar porque las tropas israelís bloquearon el paso de la ambulancia que el ACNUR había llamado para evacuar a Hook hacia el hospital.

Un portavoz militar israelí, en cambio, declaró que el funcionario fue víctima de "un intercambio de disparos" entre militares y combatientes palestinos y que la investigación no había determinado el origen de los disparos que acabaron con la vida del jefe del proyecto de la ONU para reconstruir el campo de refugiados de Yenín. El portavoz no aludió a la muerte del niño.

A poco más de un mes de la Navidad, el Ejército cercó la plaza del Pesebre y la explanada delante de la basílica de la Natividad y la contigua iglesia católica de Santa Catalina, en Belén, en respuesta al atentado del jueves. Antes de la incursión militar, las autoridades eclesiásticas cerraron las puertas de los dos templos, para impedir la entrada de palestinos armados como sucedió el pasado abril. Fuentes militares confirmaron las inspecciones casa por casa en busca de 50 activistas, entre ellos 10 supuestos "suicidas en ciernes".

DESTRUIR A ARAFAT

El ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, aseguró ayer que el Ejército "no tiene ninguna limitación" para actuar en los territorios palestinos, o sea que no tropieza con "ningún límite de tiempo" para sus operaciones "en profundidad" ni para emplear su poder militar. Mofaz también declaró que, tras las elecciones israelís del 28 de enero, "Israel debe derribar a la Autoridad Nacional Palestina, porque no hay oportunidad de negociar mientras Arafat sea su presidente".