La tecnología suele poner en aprietos a los hombres de Estado de Uruguay. Suelen despojarse de toda sutileza diplomática cuando hablan de su vecino argentino y creen que nadie los escuha. Pero son grabados. De pronto, esa voz, con sus palabras filosas, cargadas de antiguos y presentes recelos, empieza a circular en la red. “Esta vieja es peor que el tuerto”, dijo el presidente José Mujica. La “vieja” es su colega del otro lado del río, Cristina Fernández de Kirchner. El “tuerto”, su extinto esposo, Néstor Kirchner.

Mujica conversaba, casi susurrando, con el alcalde de Florida, Carlos Enciso, minutos antes de una rueda de prensa. No había advertido que los micrófonos estaban abiertos. La frase tuvo un alto impacto. “Yo estaba hablando de Luiz Inacio 'Lula' da Silva y de Brasil. Públicamente nunca hablé de Argentina", trató de aclarar Mujica.

No obstante. el canciller Héctor Timerman convocó de inmediato al embajador uruguayo en Buenos Aires, Guillermo Pomi, para entregarle una nota de protesta. "La República Argentina señala que es inaceptable que comentarios denigrantes que ofenden la memoria y la investidura de una persona fallecida, que no puede replicar ni defenderse, hayan sido realizadas, particularmente, por alguien a quien el Dr. Kirchner consideraba su amigo", señala la nota.

Relaciones bilaterales

Mujica había restablecido el tono cordial de las relaciones bilaterales, deterioradas durante la gestión Tabaré Vázquez (2005-2010). El kirchnerismo hizo su contribución para que el Frente Amplio, la coalición de izquierdas formada en 1971, llegará por primera vez a la presidencia de la mano de Vázquez. Pero muy pronto, el uruguayo y Néstor Kirchner se vieron enfrentados por la construcción de una pastera en el margen uruguayo del río Uruguay.

La radicación de esa fábrica fue resistida por sectores de la ciudad argentina de Gualeguaychú que, en rechazo al proyecto, cortaron el puente internacional que une los dos países por tres años. El corte se levantó con la llegada de Mujica al poder.

Economía dependiente

La economía uruguaya es dependiente de su vecino. Las oscilaciones argentinas se sienten de inmediato. La clase alta argentina pasa sus veranos en el balneario uruguayo de Punta del Este.

"Yo no voy a recorrer el mundo aclarando nada. Que inventen los bolazos (mentiras) que quieran", añadió Mujica. De manera oblicua aludió al expresidente colorado (centroderecha), Jorge Battle, quien, once años atrás, en medio de la crisis que golpeaba a los dos países, dijo que los argentinos “son una manga de ladrones del primero al último”. El entonces mandatario creyó que la entrevista televisiva había concluido y dejó que sus más íntimos pensamientos afloraran. Un día después le fue a pedir perdón al presidente argentino, Eduardo Duhalde.