El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha telefoneado esta madrugada al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para discutir el acuerdo temporal alcanzado la pasada madrugada en Ginebra por el G5+1 con Irán imediante el que se paralizará durante seis meses su programa nuclear. Con esta llamada, Obama ha buscado tranquilizar al dirigente israelí, que considera el acuerdo un "error histórico".

En comunicado la Casa Blanca ha explicado que ambos dirigentes han "reafirmado su objetivo común de impedir que Irán obtenga un arma nuclear" y Obama ha insistido a Netanyahu que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia) más Alemania dedicarán los próximos meses para buscar "una solución duradera, pacífica e integral" con Teherán.

Obama también le ha trasladado a Netanyahu sus intenciones de "iniciar inmediatamente consultas con Israel" con respecto a las negociaciones que se lleven a cabo para esta solución integral. Para disipar dudas respecto la fortaleza de la relación bilateral, el presidente estadounidense ha asegurado que su país "se mantendrá firme" en su compromiso con Israel, al que ha reconocido que "tiene buenas razones para ser escéptico sobre las intenciones de Irán".

EN CONTACTO PERMANENTE

El presidente estadounidense y el primer ministro israelí han acordado seguir en estrecho contacto durante los seis meses que dura el acuerdo y mientras avanzan las negociaciones en busca de una solución definitiva.

El entendimiento con Teherán, aunque provisional y condicionado, deja a Israel y Arabia Saudí en una situación completamente nueva, y altera lo que había sido hasta ahora la relación de fuerzas en el gran conflicto regional entre suníes y chiís, una rivalidad que tiene ramificaciones sangrientas en Irak, Siria y Líbano y Bahréin, entre otros focos de tensión.

Israel considera un peligro que Occidente acepte un Irán con capacidad para enriquecer uranio, aunque sea de manera limitada. El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, por el contrario, ha asegurado que gracias al acuerdo "Israel hoy está más seguro".