La Federación Internacional de las Ligas de Derechos del Hombre (FIDH) pidió al Gobierno de Bagdad que no ratificase la decisión de la justicia iraquí de ejecutar a Sadam Husein, y solicitó una "moratoria" sobre la pena de muerte en Irak. En un comunicado, la FIDH expresó una vez más su "oposición a la pena de muerte, en toda circunstancia y lugar".

Por su parte, abogados españoles integrados en el Comité de Defensa de Sadam Husein manifestaron ayer su "más enérgica repulsa" por las circunstancias en que se efectuó el juicio en Bagdad.

Otra oenegé que expresó su desacuerdo fue Human Rights Watch (HRW). Desde EEUU, país en el que se radica la organización y cuyo Gobierno aplaudió la decisión del Tribunal Supremo de Irak, HRW pidió al Ejecutivo iraquí que la condena a muerte "no sea implementada", sino una impuesta en un "tribunal parcial". El Tribunal de Apelaciones, según HRW, debería haber realizado "una exhaustiva revisión del veredicto y solo entonces anunciar sus hallazgos".

SILENCIO Contrastando con la condena unánime de las oenegés, los gobiernos y los ciudadanos de los demás países árabes guardaron ayer silencio. Sadam Husein lanzó varias guerras contra los países vecinos y su régimen no era muy popular.