Un año después de conocerse las torturas a presos iraquís en Irak, perpetradas por soldados estadounidenses, la responsabilidad de los mandos civiles y militares del Pentágono y de la CIA en los abusos ha sido ignorada, según sostiene el prestigioso grupo estadounidense proderechos humanos Human Rights Watch. Por ello, esta ONG ha exigido que se nombre un fiscal especial para investigar en concreto si el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y el exdirector de la CIA George Tenet cometieron crímenes de guerra relacionados con las torturas.

"Los abusos perpetrados en varios países no se derivaron de que soldados se saltaran de forma individual las normas, sino de las decisiones de altos mandos para violar, ignorar o dejar a un lado esas normas", aseguró Reed Brody, asesor de Human Rights Watch. Este grupo hizo público el sábado un informe en el que asegura que no existen pruebas de que Rumsfeld advirtiese a sus subordinados de que se abandonase todo trato abusivo de los presos.

La responsabilidad de Rumsfeld en las torturas se deriva de su posición en la cadena de mando, sostiene el informe, que también considera a Tenet cómplice probable en las torturas.