El subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, denunció hoy que la situación de derechos humanos en Libia es "profundamente preocupante", al tiempo que pidió un aumento de la asistencia humanitaria en favor de los libios y de los países vecinos. Pascoe, que hoy presentó al Consejo de Seguridad de la ONU su evaluación sobre la situación en Libia, indicó que tres meses después del inicio de la crisis política en el país norteafricano, "la situación de los derechos humanos es profundamente preocupante". Señaló que, además, de la brutalidad de las medidas adoptadas por el régimen libio sin respetar los derechos humanos básicos, la ONU también tiene "informes de que se producen actos de violencia sexual contra las mujeres, incluyendo violaciones por parte de las fuerzas militares". El responsable de los Asuntos Políticos de la ONU señaló que desde que comenzara el conflicto unas 893.000 personas, en su mayoría migrantes, han abandonado ese país, y unos 5.000 están bloqueados en puntos fronterizos entre Egipto, Túnez y Níger, además de que también hay informaciones de que trabajadores chadianos no pueden regresar a su país y que están también en la frontera. Agregó que se estiman en 50.000 los desplazados internos que se han instalado en campamentos improvisados en el este del país, y que algunos están regresando a Adabiya, además de que unas 14.000 personas han huido del país por barco hasta Italia y Malta, y "unas 1.200 han muerto o están desaparecidas como resultado de ese viaje". "Cientos de personas que huyeron hacia Túnez y Egipto están regresando a Libia en las últimas semanas y, aparentemente, podrían intentar llegar a Europa por barco", dijo Pascoe, que también recordó que otros 54.000 libios han huido hacia Túnez. Además, unas 6.000 familias en la ciudad de Bengasi requieren de asistencia, según el Consejo Nacional de Transición (CNT), y pese a que "hay escasez de medicinas, alimentos, agua y material médico, hay suficientes abastecimientos en las áreas controladas por la oposición", explicó. No obstante, Pascoe indicó que hay falta de combustible y que en el área de Trípoli hay falta de alimentos para niños y medicinas, y que en la zona occidental del país "hay alimentos suficientes para un mes". Por su parte, el coordinador de la asistencia humanitaria de la ONU en Libia, Panos Moumtzis, dijo en Trípoli que la situación alimentaria del país está alcanzando un punto crítico, señaló el portavoz de la ONU, Martin Nesirky. "No se puede continuar así durante mucho tiempo, pues para (que se acaben) algunos alimentos es sólo cuestión de semanas, para otros quizás de meses", señaló Moumtzis. Pascoe también señaló que de los 407 millones de dólares que la ONU solicitó a la comunidad internacional para afrontar la crisis humanitaria libia, se han recaudado efectivamente hasta ahora 185 millones de dólares, y que hay compromisos por otros cuatro millones más. El subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos subrayó que "la protección a los civiles en áreas de conflicto de Libia siguen siendo de especial preocupación", al tiempo que reiteró la petición del secretario general, Ban Ki-moon, para aumentar la ayuda humanitaria "para los libios y para los países vecinos". "Todas las partes en conflicto tienen que adoptar las medidas necesarias para que los civiles no sufran los efectos de las hostilidades", recordó Pascoe que dijo que "las partes siguen aún muy lejos sobre un inicio de las negociaciones para resolver el conflicto". Asimismo, subrayó que el enviado especial de la ONU, el ex ministro de Exteriores jordano Abdul Ilah al Jatib, regresará de nuevo a Trípoli "para mantener discusiones sustanciales que puedan llevar a una solución que responda a la voluntad del pueblo libio". El secretario general de la ONU ha destacado recientemente la disponibilidad de su enviado especial para llevar a cabo conversaciones indirectas entre ambas partes, así como en la necesidad de que inicien el diálogo y cesen las hostilidades El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó en marzo pasado una resolución que dio luz verde al uso de "todas las medidas necesarias" para garantizar la seguridad de la población civil amenazada por las fuerzas de Gadafi y que establecía una zona de exclusión aérea.